Nunca pensé, que después de tanto tiempo mis dedos, frágiles como nunca se desenvolverían con tanta facilidad otra vez por aquí; después de tanto tiempo, aun recuerdo los momentos tan bonitos que he pasado gracias a las palabras.
Señales de vida, que me hacen caer en un mar de lágrimas, que me hacen replantearme si las viejas historias, ganan a las nuevas, el bien o el mal, ¿cómo saber que habría sido lo correcto?
Verlos correr por la habitación, el cariño que te dan cuando saben que estás mal, que sequen las lágrimas a lametones, llenarte de huellas los pantalones nuevos, tener una sintonía continuada, salir a la calle obligada...
Nunca pensé, que después de tanto tiempo me plantearía tantas y tantas cosas, nunca pensé que querría tanto como los quiero a ellos.
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